viernes, 28 de marzo de 2008

Respuesta del Hermano Mayor de la Humildad

El viernes por la mañana escribí un correo a mi cofradía para felicitar todo el trabajo llevado a cabo durante la Estación de Penitencia de este Domingo de Ramos.
Aquí os dejo las palabras que Luis Pellicer, Hermano Mayor de la cofradía y compañero de trabajadera, me escribió el mismo día:

Querido Iker:
Qué bonito es todo lo que dices, la emoción de tus palabras es sentimiento de verdad y sentimiento sincero. Lo cierto es que éste año el invierno nos regaló en una de sus últimas tardes una tarde de primavera. La gente que nos quiere estuvo apiñada en las calles arropándonos, la entrada en La Seo y recepción por nuestro Arzobispo en nuestro acto principal estuvo revestida del mayor ceremonial y volvimos todos entericos (que no es lo de menos) a casa. Todo salió según lo previsto. Como dije a la Vocal de Tambores - Vale la pena trabajar por ésto - aunque a veces el trabajo se haga un poco duro. POr esto pensamos todos que es lo más grande y punto.

Un abrazo, Luis Pellicer

JUNTA DE GOBIERNO COFRADIA HUMILDAD

Este año sí

El año pasado, al día siguiente de no poder salir el domingo de Ramos nuestra cofradía, os escribí un e-mail intentando expresar la rabia bien disimulada que me corría por dentro, pues bien creo es justo repetir ese e-mail pero diciendo bien alto y orgulloso que, este año por fin, sí, por que llevábamos muchos meses ensayando, llegando los sábados por la tarde a casa con el cuello tocado y la espalda con pocas ganas de juerga, pero sin darnos cuenta llegó el 15 de marzo y estábamos metidos debajo del paso haciendo el retranqueo, eso ya era increíble, parecía que el tiempo se hubiera detenido un año y tuviésemos la oportunidad de olvidar lo que tantas lágrimas nos costó el año pasado. Al día siguiente los nervios te invaden, apenas comes, estas intranquilo, tienes hasta pereza de salir en la procesión pero el reloj es implacable y no perdona y por fin! por fin! llegas a Doctor Palomar, y ves, dos horas antes de que salga la cruz de guía, la plaza llena de gente, que cuando pasas a su lado le oyes decir, "mira son los costaleros" y es entonces cuando das gracias de poder ser los pies de la Señora del Dulce Nombre, de poder dar sus pasos durante una estación de penitencia en la que había muchísimas expectaciones puestas, muchas ilusiones y sobre todo muchas ganas de volver a ver a La Humildad por las calles de Zaragoza, ahora nadie se acuerda ya de la lluvia del pasado Domingo de Ramos, ya solo tenemos en nuestra mente lo bonito que andaron nuestros pasos el 16 de marzo, solo escuchamos el tocar de nuestras bandas orgullosas por el casco viejo de nuestra ciudad, en nuestros corazones quedan los momentos que vivimos debajo del paso, la recompensa del sufrir una calle maltrecha después de seis horas de procesión y poder poner una sonrisa en la cara de todas esas personas que, de noche, estaban esperando a que la cofradía de Jesús de La Humildad y María del Dulce Nombre cerraran sus pasos sobre las rodillas de sus costaleros.

De corazón, ¡Ole esa gente buena!


Lo malo es que ahora tenemos un añito para echarlo de menos.