jueves, 14 de noviembre de 2013

La Cosecha

Ni los pasos salen montados de dentro de los huevos Kinder, ni el Corte Inglés nos va a sorprender hoy cambiando su luminosa fachada navideña por una imagen de un piquete ensayando.

La Zaragoza cofrade empieza ya a despertar, cierto que nunca duerme del todo, pero necesita de pequeños hitos en el calendario para, a ritmo de circulares y mensajes en grupos de whatsapp, ir poquito a poco arrancando la maquinaria que, en unos meses, colmará polígonos, parkings y locales de redobles y multitud cofrade.

Hoy hemos amanecido con un número que nos ilusiona, 150 días para el Domingo de Ramos. Pero esto ya se sabía en la Coronación de Espinas o la Llegada de Jesús a Jerusalén, en dónde sus secciones han comenzado ya con sus respectivos ensayos. Las salas de reunión en la Dolorosa o Siete Palabras ya han escuchado las pautas que regirán su calendario de ensayos esta próxima cuaresma. Y en Doctor Palomar o el Perpetuo Socorro ya se han desempolvado los aparatos de precisión para medir a nuevos y no tan nuevos, de los pies a la séptima del cuello.

Por si todas estas pistas no te dicen nada, que sepas que esto ya empieza, mejor dicho ya lo empezamos. Después nos tachan de locos por la Semana Santa o del tambor, o del costal, pero esta es la mejor prueba de que amamos lo que hacemos, de que sentimos nuestra la muerte de Cristo, y nuestra forma de vivir ese sentimiento es así, reuniéndonos en familia, en hermandad, discutiendo, sí, discutiendo y mucho por los nuevos cambios, por toques de concurso, por qué marcha será la que estrene esa nueva revirá. Pero para nosotros, los eternos 15.000, esta es nuestra forma de practicar fe.

Cuántas veces os han preguntado, que ¿Por qué?...

Pues porque nos gusta encontrarnos con conocidos y desconocidos que se convertirán en compañeros. Porque nos encanta pasar frío en buena compañía, porque estamos deseando compartir vivencias y anécdotas que nos cargan de ilusión y de energía para cumplir nuestro propósito.

Hoy amanecemos con una nueva fecha pero que ya nos es familiar, por eso no podemos albergar duda de que volveremos a recrear en las calles de nuestra querida ciudad lo que tanto habremos trabajado y perseguido, nuestra Semana Santa.

Hoy amanecemos con una sensación conocida… ¡Ya huele a incienso!