Ni los pasos
salen montados de dentro de los huevos Kinder, ni el Corte Inglés nos va a
sorprender hoy cambiando su luminosa fachada navideña por una imagen de un
piquete ensayando.
La Zaragoza
cofrade empieza ya a despertar, cierto que nunca duerme del todo, pero necesita
de pequeños hitos en el calendario para, a ritmo de circulares y mensajes en
grupos de whatsapp, ir poquito a poco arrancando la maquinaria que, en unos
meses, colmará polígonos, parkings y locales de redobles y multitud cofrade.
Hoy hemos
amanecido con un número que nos ilusiona, 150 días para el Domingo de Ramos.
Pero esto ya se sabía en la Coronación de Espinas o la Llegada de Jesús a
Jerusalén, en dónde sus secciones han comenzado ya con sus respectivos ensayos.
Las salas de reunión en la Dolorosa o Siete Palabras ya han escuchado las
pautas que regirán su calendario de ensayos esta próxima cuaresma. Y en Doctor
Palomar o el Perpetuo Socorro ya se han desempolvado los aparatos de precisión
para medir a nuevos y no tan nuevos, de los pies a la séptima del cuello.
Por si todas
estas pistas no te dicen nada, que sepas que esto ya empieza, mejor dicho ya lo
empezamos. Después nos tachan de locos por la Semana Santa o del tambor, o del
costal, pero esta es la mejor prueba de que amamos lo que hacemos, de que
sentimos nuestra la muerte de Cristo, y nuestra forma de vivir ese sentimiento
es así, reuniéndonos en familia, en hermandad, discutiendo, sí, discutiendo y
mucho por los nuevos cambios, por toques de concurso, por qué marcha será la
que estrene esa nueva revirá. Pero para nosotros, los eternos 15.000, esta es
nuestra forma de practicar fe.
Cuántas veces
os han preguntado, que ¿Por qué?...
Pues porque nos
gusta encontrarnos con conocidos y desconocidos que se convertirán en
compañeros. Porque nos encanta pasar frío en buena compañía, porque estamos
deseando compartir vivencias y anécdotas que nos cargan de ilusión y de energía
para cumplir nuestro propósito.
Hoy amanecemos
con una nueva fecha pero que ya nos es familiar, por eso no podemos albergar
duda de que volveremos a recrear en las calles de nuestra querida ciudad lo que
tanto habremos trabajado y perseguido, nuestra Semana Santa.
Hoy amanecemos
con una sensación conocida… ¡Ya huele a incienso!